México | 2024-08-29
Gerardo Esquivel Hernández no es un economista cualquiera. Obtuvo la licenciatura por la UNAM, la maestría por el Colegio de México y el doctorado por la Universidad de Harvard. Pero además es cercano a la 4T, pues en enero de 2019 el presidente López Obrador lo propuso al Senado como Subgobernador del Banco de México, cargo que ejerció hasta diciembre de 2022.
Hace tres días publicó en el diario Milenio un texto titulado "¿En verdad se quiere empezar así"?, en el que advierte que a cinco semanas de que inicie la nueva administración, a pesar de la "victoria clara, contundente e inobjetable" de la candidata morenista Claudia Sheinbaum, de la recuperación razonablemente bien de la economía después de la pandemia, de los bajos niveles históricos del desempleo y de la disminución de la pobreza, "el ambiente político se ha ido crispando paulatinamente y el entorno económico y financiero se ha ido nublando considerablemente."
Señala que, "en general, se puede decir que hay varios frentes abiertos. En lo económico, por ejemplo, la desaceleración ya está aquí. El Producto Interno Bruto (PIB) creció a una tasa anual de solo 1.3% durante el primer semestre de 2024. El crecimiento de todo el año posiblemente será similar y quizá inferior a este nivel, lo que estaría significativamente por debajo de la estimación oficial de 3%. Dos regiones del país están ya prácticamente estancadas en materia de creación de empleo: la frontera norte, afectada por la desaceleración del sector manufacturero norteamericano, y el sureste del país, debido a la conclusión de algunas de las obras prioritarias de la presente administración. En estas dos regiones el empleo formal es prácticamente el mismo que se tenía hace un año".
Y, en lo político, resalta que "el sector privado por primera vez en mucho tiempo se ha manifestado en forma clara y cohesionada en contra de algunas de las propuestas de reforma constitucional. La reforma judicial y la eliminación de los organismos autónomos son los temas más controversiales. Lo mismo sucede en nuestra relación con Estados Unidos, nuestro principal socio comercial. El sector manufacturero estadunidense ha manifestado públicamente su preocupación por estas reformas y el embajador Ken Salazar difundió un comunicado que quizá fue imprudente, pero que es al mismo tiempo muy revelador de la magnitud de las preocupaciones existentes".
En lo financiero, indica que "la volatilidad ha sido la constante a partir de la elección. El peso mexicano se ha depreciado en más de 12% desde entonces. El Índice de Precios de la Bolsa Mexicana de Valores está casi 10% por debajo de su máximo nivel del año. Las tasas de interés de la deuda mexicana han aumentado debido a que la economía comienza a percibirse como más riesgosa. Algunas corredurías (como fue el caso reciente de Morgan Stanley) ya han comenzado a alertar a sus clientes sobre las consecuencias económicas negativas de algunas de las reformas. Por su parte, algunas calificadoras alistan ya una revisión a su valoración en anticipación de lo que ellos consideran un escenario económico e institucional más deteriorado".
Este economista, que no es neoliberal, concluye: "¿En verdad queremos comenzar el sexenio en medio de este ambiente? ¿No hay una alternativa más prudente o sensata? Como diría el clásico, ¿pero qué necesidad?"