Agua Dulce Ver. | 2022-10-10
Don Martín Cadena Ramírez, es un hombre excepcional, a pesar de estar ciego, trabaja reparando ventiladores, licuadoras y lavadoras.
Hace siete años, salió de su casa a trabajar y regresó sin poder ver nada, el pronóstico médico fue que su ceguera había sido provocada por la diabetes y el glaucoma.
Cuando todos pensaron que Don Martín estaría acostado, él se levantó, fue al patio de su casa y a tientas buscó su herramienta y comenzó a reparar una lavadora que se encontraba descompuesta.
Mientras él trabajaba, sorprendió a sus hijos y su esposa Elva Valenzuela, quien fueron testigos de la fuerza de voluntad de su pareja por salir adelante.
Al no poder ver, Don Martín creó su propio estilo de trabajo, dice que para no pedir ayuda, adecuó su bastón con un imán que pasa a su alrededor para encontrar las tortillos que se les pierde.
Incluso aseguró riendo, que para encontrar el cable con corriente, separa ambas puntas y una de ellas la coloca en su lengua al mismo tiempo que su pie izquierdo lo pega al suelo, cuando siente el cosquilleo a ese le coloca un amarre para diferenciarlo.
Dice que antes de comenzar a reparar los electrodomésticos, como buen creyente se encomienda a Dios y exclama “Dios mío ayuda a componer esta lavadora, te lo pido con mucha fe y devoción, amen”
Detalló que él se aburre de estar encerrado, por lo que siempre anda buscado tener cualquier tipo de actividad, por lo que incluso también ha llegado a cortar el crecido monte de los terrenos continuos a su casa.
A pesar de su ceguera, también tiene que ser dializado siete veces al día debido a complicaciones en su riñón, razón que le preocupa debido que su reserva de diálisis se les está terminando.
Aun cuando sus condiciones son adversas, no recibe apoyo económico o en especie de ningún tipo de gobierno, por lo que las personas de buen corazón que lo quisieran ayudar pueden comunicarse al teléfono de su esposa 923 128 7049, para que don Martín pueda tener su tratamiento médico.