La debacle de Xóchilt Gálvez al irse desfondando al tercer puesto de las encuestas según los analistas y el optimismo de Jorge Máynez, ha puesto nerviosos e inquietos a muchos del PRI-AN. Haber sido superada en las encuestadoras de prestigio por un Máynez, aparentemente mejor preparado, ha provocado que ahora los cañones de la derecha neoliberal apunten a Movimiento Ciudadano, lo cual se interpreta y aseguran conocedores del ambiente electoral que eso huele a miedo.
Este, definido como una de las emociones básicas que toda persona siente en un momento u otro ante una amenaza real que te pone en peligro; un sentimiento irracional que te hace, por instinto, hacer lo necesario para salvar la integridad, el patrimonio, el trabajo o la vida, es el que parece evidenciarse en esta campaña por el voto, a dos semanas de concluir.
Dicen por ahí, que algunos operadores que temen caer al tercer sitio, ya lo sienten, y no están tan confiados en que les cumplan la palabra y están pactando entregar información sensible y confidencial a sus contrarios de Morena y Movimiento Ciudadano para afianzarse de algo más seguro.
La experiencia de fracasar de nueva cuenta en la presidencia y en cada estado, como el caso de Veracruz, ha hecho que estos actores políticos no quieran estar en un horizonte sombrío, saben que no es menor, y sus promesas y compromisos se irán por la borda.
Ha trascendido que algunos han procurado hacerse de su propio salvavidas y otros ya andan buscando el suyo, porque el barco no va a tener espacio para todos.
En el segundo debate del domingo pasado llamó la atención que el abanderado priista, Francisco Yunes Zorrilla ningún candidato o candidata de su alianza lo acompañara. ¿Será alguna clase de estrategia? O les dio ese sentimiento que las cosas no huelen nada bien. Algunos de ellos fueron los Yunes azules, ni en el primero ni en el segundo se hicieron presentes.
Si sus patrocinadores perciben ese miedo, se pondrán analíticos y eso traería como consecuencia no seguir metiendo dinero bueno al malo, y emprenderán una sutil retirada que se notará en la falta de liquidez para afrontar los compromisos de la campaña del prianista.
Los rumores crecen y como dice el dicho, cuando el río suena es que agua lleva.
Lo mismo que ante el crecimiento de MC están cambiando de estrategia.
REDIRECCIONAN YUNES BATERÍAS CONTRA POLO. Los del clan Yunes han reorientado sus lanza-misiles ahora contra el candidato del MC a la gubernatura, Hipólito Deschamps Espino Barros.
Lo hicieron por dos razones: Una por que el de MC les está socavando el proyecto, y podría incluso hasta ganarse los votos de los indecisos y pone en riesgo el segundo lugar, y la otra; porque piensan que los puede seguir atacando y dejarlos mal parados como lo ha hecho en los dos debates.
Al margen de lo que se pueda pensar o la interpretación que se le de a la actitud de un Hipólito sin fuerza, ni nada que aportar, y que diera la impresión de respaldar el proyecto de Morena o Rocío Nahle, y sumarse para bombardear a los Yunes, lo cierto es que el aspirante de MC empieza a ser visto por algunos sectores.
Tanto el candidato de PAN, PRI Y PRD, José Francisco, como el resto de los abanderados de su alianza, por lo menos cuatro Yunes más que buscan una posición en el Senado y la Cámara de Diputados, parecen estar errando de nueva cuenta la estrategia.
Ahora se está desgastando en lanzar ataques contra un MC y su candidato que no representan gran cosa durante esta batalla, pero es una respuesta a lo visto en el último debate. Y se cumple quizá aquí el adagio, que no hay enemigo pequeño quien los ha puesto a temblar o al menos, los ha hecho enojar.